Actividad física

La actividad física -sea intensa, moderada o regular- reduce el riesgo de varias ENT y protege la salud.

Casi 2/3 de la población mundial no es lo suficientemente activa físicamente. Como principal factor de riesgo en el desarrollo de las ENT, es necesario involucrar una serie de sectores para integrar estrategias que reduzcan la inactividad física en las comunidades y con ello la carga de enfermedad para los niños y adultos de países desarrollados y en desarrollo.

En 2010, casi 1/4 de los adultos y más de 4/5 de los adolescentes no cumplieron con las recomendaciones de la OMS respecto a la actividad física, siendo las mujeres, niñas y personas mayores menos activas que los hombres, los niños y los jóvenes. La insuficiente actividad física es un factor de riesgo principal para las ENT.

Según el Informe de Situación Global de 2014 sobre las ENT, la inactividad física contribuye a 3,2 millones de muertes y 69,3 millones de años de vida ajustados por discapacidad (AVAD) cada año. Las personas físicamente activas, por otro lado, tienen tasas más bajas de enfermedad coronaria, presión arterial alta, accidente cerebrovascular, diabetes, cáncer de colon y de mama y depresión.

Varios factores ambientales vinculados a la urbanización afectan negativamente los niveles de actividad física, incluyendo el miedo a la violencia y la delincuencia en áreas al aire libre, la contaminación del aire exterior y la falta de parques, aceras e instalaciones deportivas / recreativas. Por lo tanto, las políticas urbanas y ambientales tienen un enorme potencial para aumentar los niveles de actividad física en la población. La colaboración multisectorial es necesaria para implementar políticas que fomenten la actividad física, tales como:

• Caminar, andar en bicicleta y otras formas de transporte activo son accesibles y seguras para todos;

• Las políticas laborales y los lugares de trabajo fomentan la actividad física;

• Las escuelas tienen espacios y lugares seguros para que los estudiantes pasen su tiempo libre activamente;

• Las instalaciones deportivas y recreativas brindan oportunidades para que todos se mantengan físicamente activos.

En 2013, los Estados Miembros de la OMS acordaron un objetivo mundial para reducir la inactividad física en un 10% para 2025, guiándose por el Plan de Acción Mundial contra las ENT 2013-2020 y en consonancia con la Estrategia Mundial sobre régimen alimentario, actividad física y salud de la OMS.