Un informe de evaluación económica elaborado por el Foro Económico Mundial y la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard antes de la cumbre de la ONU de 2011 sobre las ENT, identifica cinco puntos clave en torno a la carga financiera de las ENT más importantes (enfermedades cardiovasculares, enfermedades respiratorias crónicas, cáncer, diabetes y enfermedad mental).
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Estas ENT podrían contribuir a una pérdida acumulativa de 47 billones de dólares en dos décadas a partir de 2011, lo que representa una pérdida de 75% del PIB mundial de 2010 (63 billones de dólares).
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A medida que las economías, las edades y las poblaciones de los países de bajos y medianos ingresos crecen, es probable que superen a los países de ingresos altos en términos de carga financiera por ENT.
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Las enfermedades cardiovasculares y la salud mental constituyen la mayor carga económica de las ENT.
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Los líderes empresariales de todo el mundo están consternados por el impacto de las ENT, más que por las mismas enfermedades. Cuando la calidad o el acceso a la asistencia sanitaria es pobre, la preocupación crece.
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Hay opciones disponibles para prevenir y controlar las ENT, tales como las inversiones óptimas de la OMS, las intervenciones para cambio de hábitos, y los modelos rentables de atención que también alivian la carga para los familiares y cuidadores.
Un informe revela que el promedio de pérdidas económicas anuales, por persona, equivale a 25 dólares estadounidenes en los países de bajos ingresos, 50 en los países de ingresos medios bajos, y 139 dólares estadounidenses en los países de ingresos medios altos.
La inversión requerida para las 'inversiones óptimas' basadas tanto en el nivel de población como a nivel individual a fin de reducir y prevenir las ENT se estima en alrededor de 11.2 billones de dólares estadounidenses por año, o per cápita en un rango mucho más bajo de 0,40 centavos a 3 dólares en los países de ingresos medios altos.
“Invirtiendo de 1 a 3 dólares estadounidenses por persona por año, los países pueden reducir dramáticamente tanto la enfermedad como las muertes por ENT". Margaret Chan, Directora General de la OMS (2015)
La 3ª Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo (FfD3) de julio de 2015, abrió el camino para el posicionamiento de la salud en la agenda de desarrollo. La Agenda de Acción de Addis Abeba, junto a la Declaración de Doha y el Consenso de Monterrey, intentan conformar el marco de políticas coherentes que hable de cómo los países van a movilizar recursos para implementar la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
La Agenda de Acción contiene un fuerte enfoque en la salud y las ENT, con acuerdos que tienen en cuenta gravar las sustancias nocivas, principalmente el tabaco, para disuadir el consumo y generar ingresos internos. El acuerdo evidencia la enorme carga de ENT que tienen los países desarrollados y en desarrollo, y la importancia de fortalecer los sistemas de salud y lograr la cobertura sanitaria universal como parte eficaz e integrada del desarrollo sostenible.
Menos del 2% de la ayuda de los donantes para la salud se gasta en #ENT. Invertir más salvará vidas y ahorrará dinero
