Las enfermedades respiratorias crónicas prevenibles son poco reconocidas, sub-diagnosticadas, mal tratadas e insuficientemente prevenidas.
Aunque la respiración es fundamental para la vida, la salud pulmonar es menos reconocida como un factor crítico de salud que otros indicadores, como el peso y la presión arterial. Sin embargo, cualquiera que haya luchado para respirar, incluso por un corto tiempo, sabe lo esencial que es.El término enfermedades respiratorias crónicas (ERC) describe una gama de enfermedades de las vías respiratorias y otras estructuras del pulmón. Incluyen el asma y las alergias respiratorias, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), enfermedades pulmonares de origen laboral, el síndrome de apnea del sueño e hipertensión pulmonar. La rinitis alérgica o "fiebre del heno", la apnea del sueño y la hipertensión pulmonar son otras enfermedades respiratorias crónicas que afectan la vida de millones de personas en todo el mundo.
En el mundo hay 235 millones de personas afectadas por el asma. Es la enfermedad crónica más común entre los niños pero también afecta a los adultos.
No se conocen bien las causas del asma y las razones de su creciente prevalencia en los países de ingresos bajos y medianos.
64 millones de personas sufren de EPOC, un término que cubre enfisema y bronquitis crónica. El 90% de los afectados vive en países de ingresos bajos y medianos.
El EPOC causó más de 3 millones de muertes en 2005. Se prevé que el número de muertes por EPOC aumentará en más de un 30% en los próximos 10 años. La OMS proyecta que será la tercera causa de muerte mundial en 2030.
Contaminación
Cerca de 3.000 millones de personas dependen del combustible sólido para cocinar, y como fuente de calor y luz, exponiéndose a la peligrosa contaminación del aire en el interior, que causa alrededor de dos millones de muertes cada año, principalmente en países de ingresos bajos y medios. Las mujeres y los niños son los más gravemente afectados porque pasan más tiempo dentro del hogar que los hombres
Los polvos y productos químicos (vapores, humos e irritantes), así como el humo del tabaco, son factores de riesgo de enfermedades pulmonares de origen laboral, asma y EPOC.
La enfermedad pulmonar crónica afecta a todos los aspectos de la vida de quienes la padecen y de sus familias y comunidades.
Los principales factores de riesgo para la enfermedad pulmonar son bien conocidos. La mitigación de estos riesgos previenen o reducen el impacto de la enfermedad pulmonar.
La exposición directa o indirecta al humo del tabaco es un factor de riesgo importante para todas las enfermedades pulmonares, así como para otras enfermedades no transmisibles, incluyendo las enfermedades cardiovasculares, el cáncer y la diabetes. El control efectivo del tabaco es esencial para cualquier estrategia de prevención de la enfermedad pulmonar.
Las medidas preventivas, como la ventilación adecuada y la detección temprana, son vitales para abordar las enfermedades pulmonares ocupacionales.
Mejoras en la tecnología de estufas para cocinas ayudan a reducir la exposición a la contaminación del aire al interiores de los hogares. La legislación antitabaco protege la calidad del aire en lugares de trabajo, lugares públicos, instalaciones de salud, instalaciones educativas y transporte público. Otros controles de calidad del aire reducen y eliminan la exposición de las emisiones industriales, tráfico, etc.
Se han reportado asociaciones entre la enfermedad respiratoria crónica y la dieta. Por lo tanto, es factible que las estrategias sobre la dieta compatibles con las ya existentes para el control de la enfermedad coronaria, diabetes y cáncer se podrían compartir para la prevención primaria y secundaria de ERC también.
La evidencia muestra que la salud del niño en el primer año de vida determina la salud respiratoria subsiguiente. El tabaquismo materno durante el embarazo afecta negativamente la función pulmonar del niño al nacer.
Los tratamientos varían dependiendo de la condición, aunque algunas de las enfermedades respiratorias crónicas son incurables debido al daño permanente en los pulmones.
El Día Mundial del EPOC tiene lugar cada año el segundo o tercer miércoles de noviembre.
Fuente: OMS
