Enfermedades Cardiovasculares

La morbilidad y la mortalidad asociadas a las enfermedades cardiovasculares cuestan a algunos países alrededor del 20% de sus presupuestos de salud. Esto no tiene por qué ser así.

Las enfermedades cardiovasculares (ECV) -incluidas las cardiopatías y los accidentes cerebrovasculares- matan a más personas a nivel mundial que cualquier otra enfermedad, alrededor del 80% de estas muertes suceden en los países de medianos y bajos ingresos. Abordar los principales factores de riesgo modificables, como el consumo de tabaco, la dieta y la actividad física, implicaría que la mayoría de las muertes prematuras por ECV pudieran evitarse, revirtiendo así el aumento de las tasas de mortalidad.

La enfermedad

Las ECV son un grupo de trastornos del corazón y los vasos sanguíneos que incluyen:

  • Enfermedad coronaria (que afecta a los vasos sanguíneos que alimentan el músculo cardíaco),
  • Enfermedad cerebrovascular (que afecta a los vasos sanguíneos que alimentan al cerebro),
  • Enfermedad arterial periférica (que afecta a los vasos sanguíneos que alimentan los brazos y las piernas),
  • Enfermedad reumática del corazón (daño al músculo cardíaco y válvulas cardíacas de la fiebre reumática, causada por bacterias estreptocócicas),
  • Enfermedad cardíaca congénita (malformaciones de la estructura del corazón existentes al nacer), y
  • Trombosis venosa profunda y embolismo pulmonar (coágulos de sangre en las venas de las piernas, que pueden desprenderse y trasladarse al corazón y los pulmones)

La carga

Las enfermedades cardiovasculares (ECV) son la principal causa de muerte a nivel mundial. Se estima que 17,3 millones de hombres y mujeres murieron por ECV en 2008, lo que representa el 30% de todas las muertes mundiales, de las cuales 4 de 5 sucedieron en países de bajo y mediano ingresos.

Se calcula que 7,3 millones de muertes por ECV se debieron a enfermedad coronaria y 6,2 millones a accidentes cerebrovasculares. Si continúan las tendencias actuales, se prevé que las muertes anuales por ECV aumenten a 23,3 millones en 2030 (principalmente por ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares).

Gestión

La detección temprana de un alto riesgo de ECV durante la atención primaria requiere de un tratamiento de bajo costo que puede prevenir muchos ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. 

Quienes sobreviven a ataques cardíacos o ataques cerebrovascular corren un alto riesgo de recurrencias y subsiguiente fallecimiento, aunque estos riesgos pueden reducirse con una combinación de fármacos como estatinas para reducir el colesterol, fármacos para bajar la presión arterial y aspirina.

A veces se requieren operaciones quirúrgicas para tratar las enfermedades cardiovasculares, con complejidad variable desde un marcapasos (bypass) en la arteria coronaria hasta trasplante de corazón y operaciones de corazón artificial. Los dispositivos médicos son necesarios para tratar algunas enfermedades cardiovasculares, incluyendo marcapasos, válvulas protésicas y parches para cerrar orificios en el corazón.

En algunos casos, los determinantes de las ECV incluyen la pobreza, el estrés y factores hereditarios. Sin embargo, el principal factor de riesgo de ECV es la alta presión sanguínea, también conocida como hipertensión arterial, con uno de cada tres adultos afectados. A menudo se la llama "asesina silenciosa", ya que muchas personas no saben que la sufren, pero causa 9,4 millones de muertes cada año, incluyendo el 51% de las muertes debidas a accidentes cerebrovasculares y el 45% de las muertes debidas a enfermedad coronaria.

Prevención

La mayoría de las enfermedades cardiovasculares se pueden prevenir abordando factores de riesgo tales como evitar el consumo de tabaco o la inhalación de su humo, asegurar una alimentación saludable, controlar el peso corporal, mantener una rutina de actividad física de moderada a vigorosa, bajar la presión arterial, prevenir y controlar la diabetes, y mantener los niveles de lípidos en sangre bajos.

Los gastos vinculados a las ECV varían de un país a otro, pero la mayoría de los países dedican entre el 8 y el 22% de su presupuesto de salud a enfermedades cardiovasculares. Estos costos podrían reducirse considerablemente con políticas que generen ambientes con opciones saludables asequibles, disponibles y sostenibles.

Ejemplos de intervenciones eficaces en función de la población:

  • Implementar políticas integrales de control del tabaco
  • Aumentar impuestos a los alimentos ricos en grasa, azúcar y sal.
  • Construir caminos peatonales y ciclovías para facilitar la actividad física
  • Proporcionar comidas escolares saludables a los niños

El Día Mundial del Corazón se celebra cada año el 29 de septiembre